
¿Qué tan confiables pueden llegar a ser las
escoletas? Esta es una pregunta que se hacen muchos padres cuando deciden dejar el cuidado de sus hijos en manos de otras personas.
La respuesta aún no es del todo comprobada ni precisa, debido a que en la actualidad más que un servicio se ha convertido en un negocio, muchos de los sitios destinados para este fin no cuentan ni con las normas de seguridad, ni los lugares apropiados y mucho menos con un personal capacitado para los diferentes y exigentes cuidados que niños entre los cero y los tres años de edad necesitan.
Hablando de profesionalismo y dedicación es importante resaltar que las personas que abren o administran estas
escoletas deben por lo menos tener un título en pedagogía, o por lo menos algún cartón que certifique que si se está en las capacidades de manejar niños, para que de esta manera, primero los padres estén conformes y puedan dejar sus hijos con total tranquilidad en el establecimiento y segundo para que el desarrollo tanto físico como mental de los menores sea el apropiado.
Otros aspectos importantes que no deben faltar en una escuela
infantil y que son de vital importancia son:
Salidas de emergencia, para evitar cualquier percance cuando se presente algún tipo de problema, o desastre ya sea provocado o natural, contar con personal médico que sepa atender emergencias en caso de que se presente alguna, espacios de recreación en donde los niños desarrollen sus habilidades de relación con la sociedad y con los demás niños del lugar, áreas específicas de comidas, de siestas, de limpieza y de diversión.
Si la guardería no cumple estas mínimas normas de seguridad, no permita que el cuidado de sus hijos esté en manos de personas corrientes, que no tengan el suficiente conocimiento para hacer que el este importante paso en la vida de sus niños sea realmente satisfactorio y productivo.